De vez en cuando, observamos cómo los pueblos son abastecidos mediante camiones cisternas y en cuanto se abre el grifo, se arma la de San Quintín. En India, las filas o turnos no existen y las mujeres pierden la compostura, cuando no los nervios, con tal de aferrarse a la boca de la manguera. Resultado: más litros desparramados por el suelo que en el interior de las vasijas.
El agua, un bien muy preciado.
De vez en cuando, observamos cómo los pueblos son abastecidos mediante camiones cisternas y en cuanto se abre el grifo, se arma la de San Quintín. En India, las filas o turnos no existen y las mujeres pierden la compostura, cuando no los nervios, con tal de aferrarse a la boca de la manguera. Resultado: más litros desparramados por el suelo que en el interior de las vasijas.
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